La ardiente chica checa que se ha mudado recientemente a un nuevo apartamento se queda atrapada en el ascensor y llama al técnico; cuando el joven llega y abre la puerta, la chica le da un beso de agradecimiento con su minifalda, pero el beso se alarga y terminan besándose apasionadamente en el ascensor. La chica le baja los pantalones y le agarra el pene, y sus ojos brillan al ver su enorme miembro. Inmediatamente se arrodilla, abre la boca al máximo y comienza a chuparlo. El hombre no puede resistirse y empuja a la chica contra la pared, le arranca el tanga y le mete su enorme pene en su estrecho coño de un solo golpe. La chica gime y le rodea la cintura con las piernas, el hombre la coge en brazos y empieza a sacudirla en el ascensor, haciendo que sus tetas rebosen; la chica se vuelve loca de placer y le suplica que vaya más rápido. Al final, la chica se corre temblando, mientras el hombre se retira y le echa su espeso semen en la cara y las tetas, y ambos se derrumban en el suelo riendo.